martes, 29 de enero de 2008

Con el corazon herido

Estos últimos días de enero han sido bastante raros para mi, me la pase entre cuestionamientos personales, existenciales y demás yerbas, esta claro decir que las conclusiones no existen, que las soluciones no existen y que en verdad no tengo ni idea de como sigue todo esto, igualmente no tenia idea antes de empezar, pero lejos de ser aburrido lo que en verdad quería era compartir unas lineas escritas creo que por Borges y que me enviaron por mail hace un tiempo, leanlo atentamente miren para adentro y van a encontrar unas cuantas verdades, espero que lo disfruten.


Después de un tiempo

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una
mano y encadenar un alma.
Uno aprende que el amor no significa sexo, y una compañía no significa
seguridad.
Y uno empieza a aprender.
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas y uno empieza
a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de
mañana es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen una forma de
caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calorcito
del sol quema.
Uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a
que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale, y uno aprende y aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen
futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus
defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que
deseas.
Con el tiempo te das cuenta que si estas al lado de esa persona sólo por
acompañar tu soledad, irremediablemente acabaras no deseando volver a
verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el
que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades
falsas.
Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en un momento de ira
pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es
sólo de almas grandes.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día
lloraras por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona
es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser
humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios
multiplicados y al cuadrado.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen
ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta que en realidad lo mejor no era el futuro, sino
el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado,
extrañaras terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han
marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón,
decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres
ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido. Pero
desgraciadamente, sólo con el tiempo.